Las nuevas tecnologías en la enseñanza de lenguas
La enseñanza de lenguas en la era de Internet.
La evolución tecnológica cada vez está más presente en el ámbito educativo, por lo que hoy en día ya existe la posibilidad de poder enseñar y aprender a través de esta plataforma.
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Licencia Creative Commons (CC BY). Fuente: FLICKR |
En mi opinión, no creo que sea posible aprender una lengua únicamente en línea. Aun así, pienso que es una manera muy cómoda, pues es el aprendiz el que marca si propio ritmo de aprendizaje, su horario y escoge el contexto en el que se quiere encontrar; por ejemplo, posiblemente se encuentre más cómodo estudiando en casa que en una biblioteca. Esto también tiene desventajas, puesto que aprender de forma exclusiva digitalmente implica no tener al profesor presente, ni a los compañeros de clase, un aspecto que considero muy importante, aunque no esencial. En una clase presencia el alumno tiene la oportunidad de hacer tantas preguntas como quiera y el profesor puede diseñar una respuesta específica que cumpla con las necesidades del aprendiz.
Por este motivo, opino que las nuevas tecnologías han de servir al profesor como herramientas de refuerzo y apoyo para mejorar y personalizar su enseñanza, en función de las necesidades de sus aprendices. Así, cabe recordar que en el aula se pueden dar dos tipos de contextos virtuales: EVA y EPA.
o Entorno Virtual de Aprendizaje - EVA (Virtual Learning Environment - VLE).
Este consiste en un mecanismo dado por las instituciones académicas, que ofrece al alumno una o varias plataformas virtuales a través de la cual el aprendiz completa su formación. Hoy en día, la mayoría de universidades y centros escolares trabajan con herramientas como Moodle, Blackboard o Edmodo, entre otros. Así pues, estas plataformas están estrictamente limitadas y gestionadas por la propia escuela. En mi caso, en la Universidad Pompeu Fabra teníamos una intranet llamada Campus Global, que incluye el Aula Global, donde cada estudiante podía encontrar las asignaturas que cursaba y los profesores añadían documentos, vídeos o cualquier tipo de información digital para que sus alumnos tuviesen acceso a ella. Por otro lado, en la Universidad de Nebrija usan la plataforma Blackboard como Campus Virtual con el mismo fin.
Este consiste en un mecanismo dado por las instituciones académicas, que ofrece al alumno una o varias plataformas virtuales a través de la cual el aprendiz completa su formación. Hoy en día, la mayoría de universidades y centros escolares trabajan con herramientas como Moodle, Blackboard o Edmodo, entre otros. Así pues, estas plataformas están estrictamente limitadas y gestionadas por la propia escuela. En mi caso, en la Universidad Pompeu Fabra teníamos una intranet llamada Campus Global, que incluye el Aula Global, donde cada estudiante podía encontrar las asignaturas que cursaba y los profesores añadían documentos, vídeos o cualquier tipo de información digital para que sus alumnos tuviesen acceso a ella. Por otro lado, en la Universidad de Nebrija usan la plataforma Blackboard como Campus Virtual con el mismo fin.
o Entorno Personal de Aprendizaje – EPA (Personal Learning Environment - PLE).
Se trata de todos los recursos que ayudan al estudiante a gestionar su propio aprendizaje. De este modo, entendemos cómo nos servimos de las tecnologías para aprender. Como ciudadana digital, he experimentado algunos momentos de mi educación a través de este sistema global. En mi caso, mi EPA está dividido en dos partes: la académica y la personal. La primera está formada por todos aquellos materiales que uso para la Universidad, como libros, apuntes, fichas, diccionarios, Optimot, el Campus Virtual, etc. La personal incluye libros escogidos por mí, películas y series (la mayoría en versión original), vídeos de Youtube, prensa, blogs, revistas, etc.
Como docentes, en el ámbito de la enseñanza de lenguas las nuevas tecnologías nos permiten fomentar el EPA y el EVA de nuestros aprendices. Esto impulsa el desarrollo su competencia digital y permite una interacción directa y constante entre el docente y los mismos alumnos, por lo que tienen la posibilidad poner en práctica todas las destrezas de la lengua. Además, cabe tener en cuenta que actualmente la mayoría de los estudiantes son ciudadanos digitales nativos, por lo que ya están familiarizados y habituados a trabajar a través de canales electrónicos. Esto permite que se adapten mejor a tipos de aprendizaje como el e-learning o el b-learning.
Sin embargo, para que todo esto sea posible es necesario contar con la gestión del profesor, el cual será el autor de los materiales con los que trabajen los aprendices. Así, es esencial que el docente, a la hora de crear el material tecnológico, tenga claras y presentes las decisiones curriculares y pedagógicas, puesto que de lo contrario el aprendizaje de lenguas podría volverse incoherente para el alumno. De esta forma, las decisiones curriculares, pedagógicas y tecnológicas tendrán que ir a la par, manteniendo siempre presente que el objetivo de trabajar con las TIC es el aprendizaje de lenguas.

Hola Mireia, tienes mucha razón, al final el factor humano es esencial, por mucho que las nuevas tecnologías nos ayuden siempre tiene que estar ahí el papel del profesor asegurando que se hace correctamente y que se le saca el partido esperado. ¡Muy interesante tu artículo!
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